Kennedy, bajo el dominio del microtráfico: 6 estructuras y 11 bandas criminales operan en la localidad

Marcas de zonas, reclutamiento de jóvenes y control territorial forman parte de la lógica empresarial del microtráfico en Bogotá.
Foto: Juan Barreto / AFP.
Con cerca de 8 millones de habitantes, Bogotá afronta una de las formas más persistentes y destructivas del crimen urbano. Lejos de reducirse a expendios ocultos en zonas marginales, el microtráfico se ha consolidado como una economía paralela que infiltra instituciones, se adapta al entorno y transforma el espacio urbano. En este escenario, Kennedy, Ciudad Bolívar y Bosa concentran dinámicas delictivas cada vez más organizadas y peligrosas, con una expansión que afecta la vida cotidiana de millones de ciudadanos.

Según informes periodísticos y de la Policía Metropolitana, en Kennedy operan al menos 6 estructuras criminales y 11 bandas que disputan el control del negocio de las drogas. Entre ellas figuran redes transnacionales como el Tren de Aragua y combos locales en expansión como Los Satanás, Los Aguaceros, Los Boyacos y Muñeca Roja. Este entramado criminal ha diversificado sus formas de operar, y hoy ocupa parques, colegios, zonas comerciales y conjuntos residenciales como escenarios habituales para el microtráfico.

Los puntos de expendio de drogas –conocidos como “ollas”– no se concentran solo en sectores marginales: ahora la modalidad son los parques, entornos escolares, zonas comerciales y hasta conjuntos residenciales que se usan como escenarios para la comercialización de drogas mediante la modalidad de microtráfico. Allí se identificó un área geográfica continua donde se acopia la droga que llega del interior del país, la llamada “Puerta 6” de Corabastos, en donde se han identificado, por ejemplo, disputas violentas entre grupos por el control del negocio que evidencian la sofisticación y territorialización de este fenómeno.
Cotidianidad del barrio María Paz, en la localidad de Kennedy,
en donde operan múltiples bandas criminales.
Foto: Luigi Giovanny Silva Vizcaya, magíster Gobierno Urbano de la UNAL.
Luigi Giovanny Silva Vizcaya, magíster en Gobierno Urbano de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien ha investigado el tema, afirma que Kennedy cumple con las condiciones ideales para la expansión del microtráfico: alta población joven, espacios públicos desprotegidos, niveles de desempleo superiores al promedio distrital, y desconfianza generalizada en las autoridades. Además, su ubicación facilita la circulación hacia otras zonas críticas como Ciudad Bolívar y Bosa, lo que convierte la localidad en un nodo articulador del negocio.

Añade que, hay estudios que revelan que después del desmantelamiento del Bronx en 2016, al menos 14 nuevos centros de microtráfico se consolidaron en Bogotá, de los cuales 3 están en Kennedy. La cadena de valor criminal se ha fragmentado para dificultar su persecución: desde los grandes distribuidores hasta los jíbaros, cada actor cumple una función específica en esta economía ilegal.

"El microtráfico representa no solo un problema de seguridad, también es una economía paralela que compite con las legales. Se estima que en operativos realizados por la Policía Metropolitana de Bogotá en 2023 se incautaron en Kennedy y Bosa más de 550 kilos de marihuana lista para ser distribuida en la ciudad, mercancía valorada en más de $2.000 millones", explica el magíster de la UNAL.

¿Por qué crece el microtráfico en Bogotá?

Según el experto, la expansión del microtráfico no se puede explicar solo por el aumento de la demanda de drogas, pues además existen factores estructurales que lo facilitan, como corrupción institucional, ineficacia judicial, fallas en la prevención del consumo y una débil presencia del Estado en los territorios. A esto se suma el uso político del problema, que muchas veces se aborda desde una visión represiva más que preventiva.

Además, los narcos trajeron la droga a las ciudades con la misma rentabilidad, pues gastan menos en la seguridad que implica sacarla al exterior, pierden menos mercancía en incautaciones y su precio varía según el estrato social del consumidor. En 2015 se identificaron 7.982 usuarios consumidores en Kennedy, 9.177 en Bosa y 6.497 en Ciudad Bolívar, panorama que debió aumentar en la última década.

Kennedy, Ciudad Bolívar y Bosa son centros estratégicos de
acopio y distribución de estupefacientes en el centro del país.
Foto: archivo Unimedios.
"Los grupos delincuenciales han aprendido a adaptarse a estos vacíos. Subcontratan bandas locales, utilizan menores de edad para evadir penas, y cuentan con redes de protección institucional que les permiten operar con relativa impunidad. En muchos casos la comunidad prefiere guardar silencio por miedo o porque obtiene ingresos indirectos de estas economías ilícitas", señala.

Por ello, en su investigación revela que el problema del microtráfico en Bogotá, y en particular en Kennedy, no se resolverá solo con más policías, allanamientos o bloques de seguridad. Se requiere una estrategia integral que articule seguridad, justicia, salud pública y desarrollo social. La perspectiva de seguridad humana propone abordar no solo la ausencia institucional, sino también la violencia directa y las condiciones estructurales que permiten su reproducción.

Esto implica invertir en prevención del consumo, fortalecer la confianza institucional, recuperar espacios públicos, promover la empleabilidad juvenil y garantizar el acceso a oportunidades dignas para quienes hoy solo encuentran ingresos en la economía criminal. También es clave diferenciar entre pequeños distribuidores y estructuras organizadas, para enfocar los esfuerzos de manera más efectiva en su comercialización y distribución.

El microtráfico estimula otros delitos como el hurto, la extorsión y el homicidio.
Foto: archivo Unimedios
La ciudadanía también tiene un rol clave: denunciar, organizarse, recuperar espacios, educar a los jóvenes y exigir resultados. La lucha contra el microtráfico no se gana solo con operativos, vigilancia y castigo, sino con comunidades empoderadas que no toleren la normalización del delito, por el amor a su barrio, su localidad, con espacios geográficos urbanos ordenados y seguros con un desarrollo local amplio, con inversión social.

"Kennedy, Ciudad Bolívar y Bosa no pueden seguir siendo laboratorios de abandono institucional y renta criminal. La ciudad entera debe preguntarse qué está dispuesta a hacer para recuperar estos territorios, no con miedo, sino con dignidad y corresponsabilidad", expresa el investigador Silva.

Alerta por mala medicación de adultos mayores en Bogotá

En hospitales y clínicas de Bogotá habría errores en la prescripción de medicamentos
a adultos mayores.
Foto: archivo Unimedios.
agenciadenoticias.unal.- La investigación, liderada por Juan Esteban Cepeda Santamaría, magíster en Farmacología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se enfocó en 280 adultos mayores de 70 años hospitalizados en servicios de urgencias o geriatría. Todos presentaban enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes, insuficiencia cardíaca o infecciones respiratorias, y eran pacientes polimedicados, es decir que tomaban entre 5 y 20 medicamentos al momento de su ingreso. Esta situación, que a menudo pasa desapercibida, representa un riesgo clínico alto si no hay un seguimiento riguroso.

La intervención incluyó un acompañamiento clínico integral: conciliación de medicamentos al ingreso, revisión diaria de las prescripciones, formulación del plan de egreso y orientación tanto al paciente como a su cuidador. Gracias a este proceso se identificaron 426 problemas relacionados con el uso de medicamentos. Entre los más frecuentes estaban la duplicidad terapéutica —es decir el uso simultáneo de varios fármacos con el mismo propósito—, prescripciones erróneas y omisión de medicamentos necesarios.

Errores comunes que pueden costar vidas

La investigación ahondó en la polifarmacia, un término que hace referencia
a los pacientes que toman más de 5 medicamentos al día.
Foto: archivo Unimedios.

Entre los medicamentos mal usados o duplicados se identificaron varios principios activos clasificados según el tipo de enfermedad. En el manejo de patologías cardiovasculares se encontraron errores con fármacos como losartán, carvedilol y metoprolol; en infecciones, con antibióticos como piperacilina/tazobactam y ampicilina + sulbactam; y en salud mental con medicamentos como quetiapina, sertralina, memantina y risperidona. También se detectaron fallos en la prescripción de tratamientos para enfermedades gastrointestinales y dolores agudos.

El estudio también evidenció errores en el uso de anticolinérgicos (medicamentos utilizados para tratar asma, incontinencia urinaria o Párkinson), que no se estaban administrando en las dosis apropiadas para adultos mayores con insuficiencia renal. Esta combinación de dosis inadecuadas y prescripciones incorrectas podría generar efectos adversos a largo plazo. Asimismo se identificó la omisión de anticoagulantes en pacientes con patologías cardiovasculares, lo que incrementa el riesgo de eventos trombóticos.

También se detectaron problemas que parecerían menores pero que resultan clínicamente relevantes, como la prescripción de tabletas a pacientes con dificultades para deglutir, horarios de administración poco claros y fórmulas médicas que los cuidadores no lograban interpretar sin acompañamiento profesional.

Los errores en la prescripción pueden derivar en situaciones críticas, como que un paciente con deterioro cognitivo severo reciba un antipsicótico de alto riesgo sin el monitoreo adecuado, lo cual aumenta la probabilidad de caídas o eventos cerebrovasculares. Otro ejemplo es el de un adulto mayor con insuficiencia renal avanzada que recibe un medicamento sin ajuste de dosis, lo que eleva el riesgo de toxicidad. Estos escenarios se pueden prevenir si los adultos mayores hospitalizados cuentan con el acompañamiento clínico riguroso de un farmacéutico.

Entre las enfermedades más frecuentes de estos pacientes están las
infecciones respiratorias y las insuficiencias cardíacas.
 Foto: archivo Unimedios.
Según el magíster Cepeda, “el 67,3 % de las recomendaciones clínicas realizadas por el farmacéutico fueron aceptadas por los médicos tratantes, lo que refleja un alto nivel de confianza y colaboración interdisciplinaria”. El impacto se midió con el Índice de Adecuación de los Medicamentos (MAI), herramienta que evalúa la calidad de las prescripciones, el cual se redujo en un 26,4 % en el grupo que recibió la intervención. En otras palabras, los tratamientos se volvieron más seguros, pertinentes y comprensibles para los pacientes.

Aunque el estudio se adelantó entre octubre de 2022 y diciembre de 2023 en un hospital de cuarto nivel altamente especializado, sus conclusiones tienen un alcance mucho mayor. La investigación demuestra que la ausencia del farmacéutico en la toma de decisiones clínicas no es un detalle menor, sino una brecha de seguridad que puede —y debe— ser corregida en el sistema de salud colombiano.

El trabajo del farmacéutico en el acompañamiento del tratamiento de los paciente
es indispensable y permite reducir los errores en la prescripción de medicamentos.
Foto: archivo Unimedios.

Actualmente muchos adultos mayores son hospitalizados, tratados y dados de alta con esquemas terapéuticos complejos, costosos, y muchas veces inadecuados. Esto no ocurre por negligencia médica sino porque el sistema de salud todavía no reconoce plenamente el papel del farmacéutico clínico en el cuidado directo del paciente.

La tesis demuestra con evidencia que el rol del farmacéutico clínico no es complementario, sino esencial. “No se trata solo de conocer moléculas, sino de comprender cómo envejece el cuerpo, cómo cambia la función renal con la edad, cómo se acumulan ciertos fármacos en tejidos deteriorados, y sobre todo cómo traducir una fórmula médica en instrucciones claras que una familia pueda aplicar en casa”, anota el investigador.

Juan Esteban Cepeda Santamaría, magíster en Farmacología - UNAL.
Foto: Juan Esteban Cepeda Santamaría.
Advierte además que este es un problema económico. El actual desabastecimiento de medicamentos en Colombia –calificado como alarmante por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima)– ha dejado a pacientes crónicos sin acceso a unos 15 fármacos esenciales. “En este contexto, la presencia del farmacéutico clínico se vuelve indispensable para optimizar recursos, ajustar tratamientos disponibles y proteger la salud del paciente”, subraya.

Los hallazgos del magíster Cepeda, cuya investigación fue dirigida por el profesor Jorge Augusto Díaz Rojas, del Departamento de Farmacia de la UNAL, cobra aún más relevancia ante las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud, que estiman que para 2050 el 22 % de la población mundial será mayor de 60 años. Mejorar los protocolos de atención a esta población no es opcional: es una necesidad urgente para los sistemas de salud de hoy y del futuro.

Efectivo...

 

Judicializado presunto responsable de abusar sexualmente a su hijastra en Bogotá

El hombre fue capturado por uniformados de la Policía Nacional en la vereda San Jacinto
Por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en establecimiento carcelario contra un hombre señalado de abusar sexualmente de la hija de su compañera sentimental, en hechos ocurridos en Kennedy, en el sur de Bogotá entre febrero y abril del año en curso.

De acuerdo con la denuncia recibida, el procesado, al parecer, aprovechaba que la víctima, de 8 años, quedaba a su cuidado y la agredía sexualmente; además, la intimidaba con quitarles la vida a sus familiares si contaba lo que sucedía.

Una fiscal de la Seccional Bogotá le imputó los delitos de acceso carnal violento con menor de 14 años y actos sexuales con menor de 14 años, ambas conductas agravadas. El procesado no aceptó cargos.

El hombre fue capturado por uniformados de la Policía Nacional en la vereda San Jacinto de Rovira (Tolima), a donde aparentemente habría huido luego de que fuera denunciado por los familiares de la víctima.

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La información contenida en este boletín de prensa corresponde a la narración de los hechos noticiosos objetivos, suministrados por los funcionarios encargados de adelantar las investigaciones penales al interior de la Fiscalía General de la Nación. Para el momento de la divulgación de este comunicado, la situación jurídica de la(s) persona(s) relacionada(s) se encuentra pendiente de resolver por la autoridad judicial competente, siempre bajo los preceptos de la presunción de inocencia, consagrados en el artículo 29 de la Constitución Política y el artículo 7º de la Ley 906 de 2004.

Restaurar para Sanar

Colombia es uno de los países del mundo con mayor número de víctimas por minas antipersonal, con más de 12.553 personas afectadas desde 1990, según datos del Grupo de Acción contra Minas Antipersonal (AICMA). Actualmente, cerca del 17 % del territorio nacional presenta algún nivel de afectación, poniendo en riesgo a numerosas comunidades.

En el marco del Día Internacional de Sensibilización contra las Minas, se inaugura la exposición “Restaurar para Sanar: por una Colombia en Paz”, este9 de abril a las 4:00 p.m. en la sede de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) -Cra. 7#63-44- en Bogotá. La muestra, que estará abierta hasta el 9 de mayo, ofrece un recorrido inmersivo por siete estaciones interactivas que permiten conocer de cerca la labor humanitaria de la Acción Integral Contra las Minas Antipersonal en desminado humanitario, educación en riesgo de minas antipersonal (ERM) y asistencia integral a las víctimas (AIV). Además, resalta el poder de la memoria y la resiliencia de las comunidades más afectadas.

La exposición cuenta con espacios temáticos que incluyen una simulación de un área de operaciones de desminado humanitario, muestras de los materiales utilizados en talleres de prevención, mapas que ilustran las zonas de mayor afectación, una muestra de piezas de arte comunitario con testimonios desde los territorios. Uno de los espacios más impactantes es el Museo de Prótesis de la Fundación CIREC, que exhibe piezas artesanales donadas por sobrevivientes y muestra cómo, a través de la rehabilitación integral, se reconstruyen vidas y se recupera la esperanza.

La ceremonia de inauguración contará con la presencia de Alejandro Ramelli, magistrado presidente de la JEP; Andrés Goyeneche, coordinador del Grupo AICMA; y víctimas del conflicto armado, quienes compartirán sus testimonios y mensajes de resiliencia. Sus intervenciones destacarán la fortaleza de una Colombia que, pese a las adversidades, sigue en pie y lucha por la paz.

“Reparar para Sanar” es un ejercicio de memoria, reconocimiento y transformación. Una invitación abierta a todos los ciudadanos para reflexionar sobre el impacto de las minas antipersonal y el compromiso que, como sociedad, debemos asumir frente a la paz y la reparación.

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Alerta por mala medicación de adultos mayores en Bogotá

En hospitales y clínicas de Bogotá habría errores en la prescripción de medicamentos a adultos mayores. Foto: archivo Unimedios. agenciadeno...

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