“La empresa Atesa no ha entregado el software, los GPS y las microrrutas
para los camiones, eso no le pertenecía a los operadores privados sino al
Estado y nos los tenían que entregar, los edificios, los computadores y las
bases de operación, porque todo esto se ha comprado con el dinero público, de
los usuarios, no de los operadores privados. A ellos les hemos concedido es
usar eso y ganar plata”, explicó el Alcalde de Bogotá.
En días anteriores, el Tribunal Administrativo de
Cundinamarca halló la razón al Alcalde Mayor de Bogotá, y ordenó a la empresa
Atesa, cuyo propietario es William Vélez a revertir los bienes que son
patrimonio y no les pertenecen.
“Hace una semana el Tribunal Administrativo de
Cundinamarca nos concedió la razón, dijo: sí señores, cómo así que no hay
reversión, por supuesto que sí hay reversión, señores de Atesa, reviertan,
tienen que pagar una plata que son como 7 mil millones de pesos o entregar un
listado de bienes”, enfatizó Petro.
El mandatario dijo que las concesiones son las que
obligan a las empresas privadas a lucrarse con herramientas que proporciona el
Estado, pero que a su vez cuando el contrato termina éstos tienen que revertir.
“El eje central de una concesión, es que el Estado
concede por un tiempo la explotación económica, les permite ganarse un billete
a cambio de un servicio, pero apenas se acaba esto, revierte”, señaló Petro.
Según lo expuesto anteriormente por el Alcalde, el
caso de Aguas de Bogotá terminó la concesión con la empresa Atesa lo que
significaría que se deben revertir los bienes que le pertenecen al Distrito que
se vienen prolongando desde diciembre de 2012 y lo cual no ha sido posible
hasta el momento.
El Alcalde aseguró que esa reversión es doctrina jurídica desde hace mucho tiempo, como ocurrió con la concesión petrolera conocida como "De Mares", cuyos bienes revirtieron para la creación de Ecopetrol, pues son del Estado, como debe ocurrir en concesiones como las de vías, televisión, radio y otras.