Con su picadura, los zancudos
pueden causar en los humanos parasitosis.
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Las
canteras, así como las explotaciones de arena, grava y arcilla favorecen el
represamiento de agua contaminada y la reproducción del mosquito Culex
quinquefasciatus, que transmite parásitos a humanos.
Parte de la enseñanza de este trabajo
se refiere al cuidado del agua.
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Agencia de Noticias UN - Un estudio adelantado
por la Facultad de Medicina de la U.N, el Laboratorio de Entomología y el
Departamento de Salud Pública, se realizó en barrios del sur de la capital
situados en la cuenca media y baja del río Tunjuelito, que forma parte del
sistema hidrográfico del río Bogotá, y en las localidades Rafael Uribe Uribe,
Usme, Tunjuelito y Ciudad Bolívar.
Ligia Inés Moncada,
especialista en Entomología Médica
y magíster en
Microbiología,
coautora del estudio.
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En la zona baja de esta cuenca están las extracciones y las canteras Pozo
Azul, Santa María y Sánchez–González, que en muchos lugares han dejado huecos
de hasta 70 metros de profundidad y 70 metros de ancho, que suelen inundarse con
agua lluvia, en ocasiones también se llenan con el caudal del Tunjuelito, que
es el que mayor carga contaminante aporta al Bogotá.
Las autoridades ambientales y sanitarias,así como las empresas mineras,deben llenar las zanjas propensas a convertirse
en un depósito de agua lluvia.
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“El agua que se
acumula en esas zanjas y la basura que la población arroja allí son los
escenarios perfectos para la reproducción y proliferación de los insectos, que
se vuelven una amenaza para la salud pública por la transmisión de enfermedades
y porque dañan la calidad de vida de la gente”, explicó la profesora Ligia Inés
Moncada, especialista en Entomología Médica y magíster en Microbiología.
Así pues, en dos
estaciones instaladas muy cerca de estos lugares, los investigadores
recolectaron 18.891 mosquitos, de los cuales el 99 % fueron de la especie
quinquefasciatus, vector de varios agentes patógenos.
La picadura del
mosquito causa parasitosis en humanos (Filariasis Linfática), la cual es
transmitida por el nemátodo Wuchereria bancroft, que a su vez es transmitido
por mosquitos de la especie; pero además, éste además puede transferir a las
personas el virus del Nilo occidental, que afecta el sistema nervioso central,
y la clásica alergia cutánea, para la cual no existen aún tratamientos
identificados.
Estos zancudos son
peligrosos para los animales porque alojan en ellos el nematodo Dirofilaria
immitis, que produce una dolencia en perros y gatos llamada “gusano del
corazón”, en este caso, el invertebrado se aloja en este órgano hasta que
produce un paro cardíaco. En aves, transmite la malaria aviar.
“La recomendación para
las autoridades ambientales y sanitarias, así como para las empresas, es
intervenir esas zanjas para evitar que sean un depósito continuo de agua
lluvia”, señaló la docente Moncada.
Igualmente, la
enseñanza más importante que deja este trabajo es el valor del cuidado del
agua. Si el río Tunjuelito no estuviera tan contaminado, la proliferación de
zancudos tal vez sería mucho menor”, explicó la experta.
Más aún, se comprobó
que en una de las estaciones donde más zancudos se capturaron hubo actividad
minera nocturna, lo que implica iluminación y movimiento de tierra, de
maquinaria y de personas, que alteran el comportamiento de los insectos,
situación que puede estar influenciada por condiciones climáticas como
temperatura y humedad.
A propósito de esta
investigación, sus conclusiones abrirán la participación de la U.N. en la XIV
Feria Expociencia y Expotecnología 2015, que inicia el próximo 30 de septiembre
en Corferias, allí la Universidad, con el apoyo económico de la Vicerrectoría
de Investigación, tendrá un estand de algo más de 40 metros cuadrados para,
además de exponer y divulgar sus investigaciones, exhibir experimentos
científicos.
(Por: Fin/JSH/MLA/CA)