Jorge Iván González* |
Aunque muchos analistas- incluso en esta revista- hacen un balance negativo sobre su alcaldía, las estadísticas en áreas como el PIB, el empleo, la construcción, la competitividad y la pobreza favorecen al exalcalde. Aquí, un balance de cada una de ellas.
Entre las críticas que
se le han hecho a la administración Petro, figura en forma reiterada la
“parálisis” que padeció la ciudad. Igualmente se insiste en la “caída” de la
actividad económica durante estos años.
Bogotá pasó a ocupar el primer puesto en reducir la
incidencia de la pobreza.
Esas apreciaciones no
son ciertas. Si se miran de cerca las estadísticas de la capital se encuentra
que no solo mejoraron las variables económicas en 2012 y 2013 sino que Bogotá
pasó a ocupar el primer puesto en reducir la incidencia de la pobreza.
El PIB
Figura 1
Bogotá: Índice de crecimiento del PIB y variación anual
Precios constantes 2005. Series desestacionalizadas.
Bogotá: Índice de crecimiento del PIB y variación anual
Precios constantes 2005. Series desestacionalizadas.
Fuente: DANE
En la Figura 1 se
observa el crecimiento del PIB de Bogotá (línea azul) y sus variaciones anuales
(barras rojas). Puede verse que la tendencia creciente del PIB se mantuvo
durante los dos años de la alcaldía de Petro. Este comportamiento contradice
las apreciaciones sobre el freno de la actividad económica de la ciudad.
Las variaciones
anuales son similares a las que ha tenido el PIB nacional, y son propias del
ciclo. En 2012, el PIB nacional creció 4,2 por ciento, y el de Bogotá 4,1 por
ciento. En general, hay una estrecha correlación entre la dinámica económica de
la nación y la de Bogotá. De todas maneras, el PIB de Bogotá representa el 25
por ciento del PIB del país.
El empleo
En las sociedades
contemporáneas la adquisición de titularidades pasa por el ingreso, así que el
empleo es fundamental para acceder al bienestar.
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La Figura 2 compara la
evolución de las tasas de participación, ocupación y desempleo de las 13 áreas
metropolitanas y de Bogotá. En ella puede verse que la tasa de desempleo es
menor en Bogotá que en las demás ciudades.
Durante el último año
los valores respectivos fueron 7,8 por ciento y 9,3 por ciento. El menor
desempleo de Bogotá muestra que la ciudad está relativamente mejor que el resto
de áreas metropolitanas. Y la tendencia descendente se mantuvo durante los dos
años de la administración Petro.
Además, la tasa de
ocupación de Bogotá es más alta (65,8 por ciento) que la de las áreas
metropolitanas (61,2 por ciento). Y la interpretación de estas tendencias es
especialmente favorable si se tiene en cuenta la elevada tasa de participación
que existe en Bogotá (71,4 por ciento) con respecto a las áreas metropolitanas
(67,4 por ciento). Bogotá tiene un mérito especial porque cuando la tasa de
participación es alta, es más difícil reducir la tasa de desempleo.
La competitividad
Los resultados en competitividad son positivos, pues Bogotá ocupó el primer
puesto en el Índice Departamental de Competitividad 2013, seguida por
Antioquia, Santander, Caldas y Boyacá.
Los resultados en
competitividad son positivos, pues Bogotá ocupó el primer puesto en el Índice Departamental de Competitividad
2013, seguida por Antioquia, Santander, Caldas y Boyacá. La
estimación fue realizada por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y el
Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario
(CEPEC).
El Índice incluye 10
componentes, y entre ellos, Bogotá ocupó el primer lugar en seis (tamaño de
mercado, salud, educación superior y capacitación, eficiencia de los mercados,
sofisticación y diversificación, e innovación y dinámica empresarial).
La construcción
La construcción ha
sido uno de los temas más polémicos en Bogotá. Los dos ministros de Vivienda,
Germán Vargas Lleras y Luis Felipe Henao, han dicho que el ritmo de la
construcción se redujo por causa de las políticas de Petro, y con Henao
insisten en que la ciudad se paralizó por culpa de la modificación del Plan de
Ordenamiento Territorial (POT).
Estas apreciaciones
tampoco son ciertas.
Tal y como se observa
en la Figura 3, la construcción está pasando por un ciclo descendente, que es
normal en cualquier proceso intertemporal.
El sector de la
construcción atraviesa por una fase descendente del ciclo, menos profunda
que la de las dos caídas precedentes (2010 I-2010 II y 2006 II-2007 II).
Figura 3
Bogotá - Tasa anual de crecimiento del valor agregado de construcción
Precios constantes 2005. Series desestacionalizadas.
Bogotá - Tasa anual de crecimiento del valor agregado de construcción
Precios constantes 2005. Series desestacionalizadas.
Fuente: DANE
Y sobre este último
ciclo descendente de la construcción deben hacerse tres consideraciones:
- La primera, que comenzó desde el cuarto trimestre del 2011 (este comportamiento
cíclico no es resultado de la administración Petro).
- La segunda, que el sector de la construcción incluye edificaciones y obras civiles.
Los análisis deben hacer la diferencia entre ambos. Por ejemplo, en el tercer
trimestre del 2013, el sector cayó 3,0 por ciento respecto del mismo período
del año anterior. Pero esta disminución se explica por la caída del 12 por
ciento en las obras de ingeniería civil, ya que la construcción de
edificaciones creció 8,3 por ciento. De acuerdo con el análisis del DANE, la
caída cíclica está más relacionada con la reducción de las obras civiles que
con la vivienda.
- La tercera, que estos procesos no tienen nada que ver con la modificación excepcional
del POT.
Pobreza
Cuadro 1
Incidencia de la pobreza monetariaPrincipales dominios y 13 áreas metropolitanas
Fuente: DANE
En Bogotá la pobreza
ha mantenido su tendencia decreciente, pero es significativo que en 2013 la
incidencia haya sido menor que en Bucaramanga. Por primera vez desde 2008,
Bogotá supera a Bucaramanga en este respecto.
En la furia antipetrista se han mezclado todo tipo de argumentos, y en el
análisis de las tendencias económicas se han hecho afirmaciones que no tienen
nada que ver con lo que los datos nos presentan.
Entre 2011 y 2013, en
Bogotá la pobreza bajó 2,9 puntos: pasó de 13,1 por ciento a 10,2 por ciento
(Cuadro 1). Y en Bucaramanga se redujo 0,4 puntos: pasó de 10,7 por ciento a
10,3 por ciento. Es claro que el ritmo de reducción de la pobreza durante los
dos años de Petro fue más intenso que en Bucaramanga. En 2013, ambas ciudades
estuvieron muy por debajo de la incidencia de la pobreza a nivel nacional, que
fue de 30,6 por ciento.
Desde el punto de vista de las variables
estructurales mencionadas, el exalcalde Petro deja una Bogotá mejor que
la que encontró. Sin embargo, en la furia antipetrista se han mezclado todo
tipo de argumentos, y en el análisis de las tendencias económicas se han hecho
afirmaciones que no tienen nada que ver con lo que los datos nos presentan.
* Ph.D. en Economía de
la Universidad de Lovaina, Magíster en Economía en la Universidad de los Andes,
Licenciado en Filosofía de la Universidad Javeriana. Ha sido Decano de la
Facultad de Economía de la Universidad Nacional de De Colombia. Fue honrado con
la orden al Mérito Gerardo Molina en 2007. Fue el director del Informe de
Desarrollo Humano Bogotá, del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo. Actualmente es el director del Centro de Investigaciones para el
Desarrollo (CID) y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad Nacional de Colombia. jorgeivangonzalez@telmex.net.co