La propuesta del Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, de extender el "horario de rumba" en ciertas zonas específicas de la ciudad, se fundamenta en análisis hechos por el Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana (Ceacsc) realizados durante el último año.La dependencia de la secretaría de Gobierno expresa en un concepto de Rumba 24 Horas, que el objetivo es fortalecer la autorregulación, el autocontrol y la corresponsabilidad de los dueños de establecimientos de comercio y de la ciudadanía, con el fin de implementar una rumba segura, y tener mayor control sobre el expendio y consumo de bebidas alcohólicas adulteradas y los clubes nocturnos que operan de manera ilegal.
El informe destaca que la prueba piloto realizada el pasado fin de semana en 14 zonas específicas demuestra la reducción de hechos que atentan contra la vida, la integridad personal y la convivencia. Mientras en toda la ciudad hubo 7 homicidios el sábado 5 de julio, en las zonas de rumba no se presentaron casos.
En cuanto a riñas, el sábado hubo 1.112 en la ciudad, y en las zonas de rumba se presentaron 124, mientras que las lesiones personales fueron 27 en las zonas de monitoreo, frente a 258 en todo Bogotá. En esa fecha se presentaron 235 accidentes de tránsito con heridos, pero solo 2 de ellas en la zona de rumba, que solo tuvo dos alteraciones del orden público frente a 216 en la ciudad.
El Ceacsc expresa también que el estudio comparativo de los índices de homicidio en Bogotá entre el primer cuatrimestre del año 2013 y el mismo periodo del actual, demuestra que en las zonas de rumba pasaron de 1,13 a 0,49. En los mismos periodos, en las zonas de rumba, los homicidios fueron 4 el año pasado (primeros 4 meses), y de dos en el 2014.La propuesta de extender los horarios de rumba se aplicará previos compromisos de los comerciantes, como expresó el alcalde Petro, entre ellos el cumplimiento de las normas de seguridad por los establecimientos en las zonas de rumba y se brinden garantías reales a los clientes, entre otras, para un esparcimiento seguro.
Además de ejercer mayor control al expendio y consumo de bebidas alcohólicas adulteradas, la medida permitiría acabar los llamados "amanecederos" la autorregulación, el control social y la certificación del cumplimiento de todas las normas legales al respecto.
